El visual sobre el musical
por Gustavo Gabriel Otero
Maria Guleghina, Thomas Morris y Raul Gimenez son los tres veteranos en una version de Turandot de Puccini en la que sobresalieron los aspectos visuales sobre los musicales.
Buenos Aires, 25/06/2019 - El Teatro Colón ofreció Turandot de Puccini en la que sobresalieron los aspectos visuales sobre los musicales.
Se repuso la puesta de 1993 firmada por Roberto Oswald con las adaptaciones realizadas por el artista en 2006. Todo el planteo es monumental con uso de escaleras, diversos planos y monumentales estatuas, que remedan los guerreros de terracota encontrados hace poco tiempo cerca de Xian, y un gong enorme como abrazado por dragones, que sirve alternativamente como espejo para reflejar la luna, para que se vea a Turandot en el primer acto o para que salga de su interior en el segundo. Esto se completó con pequeños cambios como por ejemplo los paneles en la escena de Ping, Pang y Pong en el segundo acto, el bosque del inicio del tercer acto o el velo para el dúo final que cae ante la nueva presencia del Emperador.
El vestuario de Aníbal Lápiz mostró sobriedad para el pueblo común, suntuosidad para la Corte, los Ministros, el Emperador y Turandot y buen gusto para Timur, Liu y Calaf; en un complemento perfecto de la concepción visual.
La reposición de la dirección de escena a cargo de Matías Cambiasso y Aníbal Lápiz respetó la concepción original de Oswald y combinó eficazmente las escenas individuales con la espectacularidad de las de conjunto. La misma fue iluminada muy eficazmente por Rubén Conde.
Christian Badea a cargo de la dirección musical no pudo salir de una decorosa rutina que en ningún momento consiguió algo más que una lectura correcta de la obra.
El Coro Estable se escuchó sólido y bien preparado y el de niños en su breve intervención no defraudó.
En el protagónico la soprano María Guleghina mostró amplio conocimiento de la parte pero se notan en algunas partes del registro la fatiga vocal de su extensa carrera. No obstante sus agudos de acero y su enorme caudal compensaron un centro débil.
El tenor Kristian Benedikt ofreció un Calaf de voz ponente y poca sutileza.
Verónica Cangemi en un rol totalmente fuera de su repertorio fue una Liù de bello color vocal pero insegura en la línea de canto y con algunos problemas en la afinación y para encarar los filados y sutilezas que la parte requiere.
Con algo de nostalgia se escuchó a James Morris en el rol de Timur con buen volumen, veteranía inocultable y emisión oscilante.
Con buen empaste y sin excesos las tres máscaras que compusieron Alfonso Mujica (Ping), Santiago Martínez (Pang) y Carlos Ullan (Pong), quizás en los roles mejores cantados de la noche.
El tercer veterano del elenco, luego de Guleghina y Morris, fue Raúl Giménez como el Emperador Altoum. En este caso su fraseo y su emisión continúan siendo de calidad.
Correcto el Mandarín de Alejandro Meerapfel así como el resto del elenco en sus breves roles.
foto Maximo Parpagnoli
Teatro Colón. Giacomo Puccini: Turandot. Ópera en tres actos. Libreto de Giuseppe Adami y Renato Simoni, basado en la fábula de Carlo Gozzi. Escena final completada por Franco Alfano. Roberto Oswald, concepción escénica y escenografía. Matías Cambiasso, director de escena repositor. Aníbal Lápiz, codirector de escena repositor y vestuario. Christian Prego, repositor de la escenografía. Rubén Conde, iluminación. María Guleghina (Turandot), Kristian Benedikt (Calaf), Verónica Cangemi (Liu), James Morris (Timur), Alfonso Mujica (Ping), Santiago Martínez (Pang), Carlos Ullan (Pong), Alejandro Meerapfel (Mandarín), Raúl Giménez (Emperador Altoum), Fernando Chalabe (príncipe de Persia), Laura Polverini y Gabriela Ceaglio (Doncellas). Orquesta, Coro Estable y Coro de niños del Teatro Colón. Director del Coro: Miguel Martínez. Director del Coro de Niños: César Bustamante. Dirección Musical: Christian Badea.
