L'arte di Elīna

 di Gustavo Gabriel Otero

Elīna Garanča debutta al Colón di Buenos Aires con un recital nel quale dispiega senza risparmio le sue qualità di musicista e interprete.

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Buenos Aires, 19 giugno 2019 - Per la prima volta in Sudamerica, Elīna Garanča si è presentata con un recital al Teatro Colón di Buenos Aires nel quale ha ribadito senza dar luogo a dubbio alcuno le ragioni che pongono il mezzosoprano lettone fra le stelle liriche di oggi. 

La accompagnava l'Orquesta Filarmónica di Buenos Aires diretta da Enrique Arturo Diemecke, supporto di routine per la solista e opaca, squilibrata e irregolare nelle quattro pagine affidatele. Così abbiamo avuto una noiosa ouverture di Orfée aux Enfers di Offenbach, un dimenticabile Baccanale da Samson et Dalila di Saint-Saëns, una Danza Española n. 1 de La vida breve di Manuel de Falla appena corretta e un Preludio da Carmen di Bizet eseguito con più infamia che lode.

In questo contesto, naturalmente, ha brillato la solista con un ventaglio di pagine del suo repertorio per un panorama più che eloquente delle sue capacità interpretative.

Nella prima parte ha dato prova della sua straordinaria tecnica vocale, del suo timbro accattivante e del suo perfetto fraseggio intepretando personaggi recentemente inseriti nel suo repertorio, Santuzza e Dalila, per essere poi Adriana e la Principessa de Bouillon da Adriana Lecouvreur di Cilea, una parte sopranile che evidentemente affronterà solo in concerto, e uno per mezzosoprano che è certo canterà per intero nei prossimi anni.

Così in ‘Voi lo sapete’ ha elargito senza risparmio senso drammatico e sfumature, in Mon coeur s’ouvre à ta voix’ poderosa seduzione e centri di velluto. 

Nella sopranile ‘Io son l’umile ancella’ ha esibito pianissimi straordinari, omogeneità fra i registri e ammirevole fraseggio. D'altra parte, ‘Acerba voluttà’ è stata travolgente, con gravi poderosi e notevole volume.

Nella seconda parte ha dato spazio al suo amore per il repertorio spagnolo. La Canción de Paloma da El barberillo de Lavapiés di Francisco Asenjo Barbieri e ‘De España vengo’ da El Niño Judío di Pablo Luna Carné si sono dipanate con ottima articolazione dell'idioma, grazia naturale e scioltezza scenica.

Il recital si è chiuso con due pagine da Carmen di Georges Bizet, opera che Elīna Garanča ha interpretato con travolgente successo in alcuni dei più importanti teatri del mondo e che le ha dato meritata fama. La Habanera è stata una festa di differenti inflessioni e intensità, piena di seduzione; a Chanson Bohème del secondo atto ha dispiegato energia e coinvolgimento.

Di fronte alle ovazione del pubblico ha offerto quattro pezzi fuori programma, tutti in spagnolo. Le Carceleras del secondo atto della zarzuela comica Las hijas del Zebedeo di Ruperto Chapí note anche per l'incipit Al pensar en el dueño de mis amores’ più tre brani presenti nel suo ultimo impegno discografico Sol y Vida. La versione al femminile dell'aria per tenore ‘No puede ser’ dal secondo atto della zarzuela La tabernera del puerto di Pablo Sorozábal; un grande omaggio all'Argentina con una delicata versione del tango-canción El día que me quieras di Gardel y Lepera, per finire con un'elettrizzante interpretazione del classico (tenorile) di Agustín Lara: Granada.

foto Arnaldo Colombaroli


El arte de Elīna

 por Gustavo Gabriel Otero

Debut de Elīna Garanča en Sudamérica:  la mezzosoprano letona demostró sin lugar a dudas las razones que la colocan como una de las grandes artistas líricas de la actualidad.

Buenos Aires, 19 de junio de 2019: Teatro Colón. Concierto Lírico. Obras de Jacques Offenbach; Pietro Mascagni; Francesco Cilea; Camille Saint-Saëns; Manuel De Falla; Francisco Asenjo Barbieri; Pablo Luna Carné y Georges Bizet. Solistas: Elīna Garanča, mezzosoprano. Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Director Musical: Enrique Arturo Diemecke. Ciclo Grandes Intérpretes Internacionales.

Por primera vez en Sudamérica se presentó la mezzosoprano letona Elīna Garanča con un recital en el Teatro Colón de Buenos Aires donde demostró sin lugar a dudas las razones que la colocan como una de las grandes artistas líricas de la actualidad.

La acompañó la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Enrique Arturo Diemecke que fue rutinario soporte en las intervenciones solistas y deslucida, desbalanceada y errática en los cuatro momentos puramente orquestales. Así pasaron una aburrida Obertura de Orfée aux Enfers de Offenbach, una olvidable versión de la Bacanal de Samson et Dalila de Saint-Saëns, una apenas correcta Danza Española nro 1 de La vida breve de Manuel de Falla y un Preludio de la ópera Carmen de Bizet ejecutado con más pena que gloria.

En este contexto brilló sin duda la solista que mostró un excelente abanico de su repertorio en un panorama más que abarcativo de sus capacidades interpretativas.

En la primera parte hizo gala de su extraordinaria técnica vocal, de su cautivante color vocal y de su perfecto fraseo interpretando dos roles recientemente incorporados a su repertorio: Santuzza y Dalila, para luego ser Adriana y la Princesa de Bouillon en Adriana Lecouvreur de Cilea, un rol de soprano que evidentemente sólo interpretará en concierto y el otro de mezzo que seguramente incorporará completo en los próximo años.

Así en ‘Voi lo sapete’ derrochó dramatismo y matices y en ‘Mon coeur s’ouvre à ta voix’ poderosa seducción y su centro de terciopelo.

En la sopranil ‘Io son l’umile ancella’ hizo gala de sus pianísimos extraordinarios, de la homogeneidad de su registro y de su fraseo admirable. Mientras que ‘Acerba voluttà’ fue arrolladora en la interpretación con graves poderosos y notable volumen.

En la segunda parte desplegó su amor por el repertorio español. Así la ‘Canción de Paloma’ de El barberillo de Lavapiés de Francisco Asenjo Barbieri y ‘De España vengo’ de El Niño Judío de Pablo Luna Carné fueron vertidas con muy buena articulación del idioma, natural gracia y soltura escénica.

El recital finalizó con dos fragmentos de Carmen de Georges Bizet, rol que Elīna Garanča ha interpretado con arrollador éxito en distintos teatros del mundo y que la ha dado merecida fama. La ‘Habanera’ fue una fiesta de diversidad de inflexiones e intensidades y de plena seducción; mientras que en la ‘Chanson Bohème’ del segundo acto derrochó energía y entrega.

Ante las ovaciones del público ofreció cuatro piezas fuera de programa todas en español. Las ‘Carceleras’ del segundo acto de la zarzuela cómica Las hijas del Zebedeo de Ruperto Chapí también conocidas por su frase inicial ’Al pensar en el dueño de mis amores’ más tres obras que corresponden a su último trabajo discográfico denominado ‘Sol y Vida’. La versión en clave femenina del aria de tenor ‘No puede ser’ del segundo acto de la zarzuela La tabernera del puerto de Pablo Sorozábal; un gran homenaje a la Argentina con una delicada versión del tango-canción ‘El día que me quieras’ de Gardel y Lepera, para finalizar con una electrizante interpretación de un clásico tenoril de Agustín Lara: ‘Granada’.

foto Arnaldo Colombaroli