Sognando Vienna
di Luis Gutierrez
Un'ottima rappresentazione bilingue del capolavoro di Johann Strauss II fa sognare le meraviglie delle feste viennesi.
CITTA' del MESSICO, 13 dicembre 2018 - Andrew Lamb definisce l'operetta, nel New Grove Dictionary of Opera, come "un'opera leggera con dialoghi parlati, canzoni e danze." Die Fledermaus di Johann Strauss II, Il pipistrello ( in spagnolo El murciélago, una meravigliosa parola che include le cinque vocali del nostro alfabeto), è indubbiamente l'operetta più popolare, occupando l'undicesimo posto, con 3744 recite di 608 produzioni, fra tutti i titoli rappresentati nei teatri lirici del mondo intero fra il 2008 e il 2017, secondo Operabase.
La ragione della popolarità di questa operetta risiede, oltre che nel fascino dei suoi temi musicali, nell'illusione che lascia vivere a molti di noi di partecipare a una festa straordinaria come quella che vediamo sulla scena.
In questa occasione l'allestimento di Luis Miguel Lombana, unita a scene e luci di Jesús Hernández e ai costumi di Jerildy Bosch, restituisce fedelmente quello che avrebbe potuto essere un veglione di fine anno a Vienna a metà del XIX secolo.
La produczione si è sottomessa alla dotrina enunciata altre volte: "si canta in tedesco, si parla in spagnolo." I dialoghi spagnoli sono adattati al Messico degli ultimi anni, dal “cenas y te vas” di Rosalinde a Eisenstein [allusione all'incidente diplomatico del 2002 fra il presidente messicano Vicente Fox e Fidel Castro, ndt], al “¿cuál es este palacio?” di Olga al che Frosch risponde “El Palacio de Hierro” [noto centro commerciale messicano, ndt]. Devo dire che si sono sentite molte risate dal pubblico, a tratti troppe, derivate dai dialoghi e dai sopratitoli nei numeri cantati.
Le risa si sono mescolate con il gusto di alcuni membri dell'uditorio nell'individuare, e dichiararlo sonoramente, le opere che Alfred di tanto in tanto intonava, per lo più arie di Puccini, totalmente anacronistiche nella Vienna di metà Ottocento.
L'interpretazione teatrale è stata di prima qualità, con una menzione particolare per l'Adele di Claudia Cota, l'Orlofsky di Guadalupe Paz e il Frank di Charles Oppenheim.
Marcela Chacón ha cantato una splendida Rosalinde, con voce intonata, gran volume, bel timbro e bella linea di canto. Guadalupe Paz ha sua volta ha offerto una magnifica prova musicale.
Le altre parti principali, José Adán Pérez como Eisenstein e Armando Gama come Falke, a loro volta sono state assai convincenti nelle loro prove drammtiche e vocali. L'Alfred di Enrique Guzmán era davvero simpatico e appropriato, per esempio quando ha cantato “E lucevan le stelle” in carcere.
Le parti minori sono state ricoperte correttamente da Antonio Duque, Blind, Lourdes Echevarría, Ida, e Juan Carlos Beyer, Frosch.
Srba Dinic ha concertato in maniera billante i solisti, l'orchestra e il coro del Teatro de Bellas Artes – quest'ultimo preparato nell'occasione da Stefano Ragusini –, complessi artistici responsabili di una performance impeccabile.
Alla fine, spero che un giorno di questi ci sia la possibilità ddi partecipare a un ricevimento come quello di cui ho goduto oggi, vedendolo godere dagli artisti che hanno realizzato una così bella rappresentazione di El murciélago.
Soñando a Viena
por Luis Gutierrez
Die Fledermaus de Johann Strauss II ofrece la ilusión que muchos de nosotros tenemos por participar en un reventón como el que disfrutar a los artistas que lograron una muy buena función
CIUDAD de MEXICO, 13 de diciembre 2018 - Andrew Lamb define operetta, en “The New Grove Dictionary of Opera”, como: Una ópera ligera con diálogo hablado, canciones y danzas.
Die Fledermaus de Johann Strauss II, El murciélago (una maravillosa palabra que incluye las cinco vocales del alfabeto español), es indudablemente la opereta más popular, ocupando el 11º lugar, 3744 funciones de 608 producciones, entre todos los títulos representados en las casas de ópera de todo el mundo entre 2008 y 2017, según Operabase.
La razón de la popularidad de esta opereta es, además del atractivo de sus temas musicales, la ilusión que muchos de nosotros tenemos por participar en un reventón de la magnitud del que vemos sobre el escenario.
En esta ocasión la producción de Luis Miguel Lombana, aunada a los diseños de escenografía e iluminación de Jesús Hernández, y del vestuario por parte de Jerildy Bosch, retrata fielmente lo que pudo ser una fiesta de fin de año en Viena a mediados del siglo XIX.
La producción se sometió a la doctrina especificada varias veces: “se canta en alemán y se habla en español”. El uso de los diálogos en español, es una adaptación al México de los últimos años, desde el “cenas y te vas” de Rosalinde a Eisenstein, a “¿cuál es este palacio?” de Olga a lo que Frosch responde “El Palacio de Hierro”. Hay que decir que se oyeron muchas carcajadas del público, a ratos demasiadas, derivadas de los diálogos y de los supertítulos de los números cantados.
Las risotadas se mezclaron con el placer que algunos miembros del respetable tuvieron al identificar, y declararlo sonoramente, las obras que Alfred cantaba de cuando en cuando, la mayor de las veces con arias de Puccini totalmente anacrónicas con la Viena de los ochocientos medios.
La interpretación dramática fue de primera línea, destacando la Adele de Claudia Cota, el Orlofsky de Guadalupe Paz, y el Frank de Charles Oppenheim.
Marcela Chacón cantó una espléndida Rosalinde, con una voz entonada, con gran volumen, bello timbre y hermosas líneas de canto. Guadalupe Paz también tuvo una interpretación vocal espléndida.
Los otros roles principales, José Adán Pérez como Eisenstein y Armando Gama como Falke tuvieron por su parte actuaciones dramáticas y vocales muy convincentes. El Alfred de Enrique Guzmán fue muy simpático y adecuado, por ejemplo al cantar “E lucevan le stelle” estando encarcelado.
Los papeles menores fueron cubiertos con corrección por Antonio Duque, Blind, Lourdes Echevarría, Ida, y Juan Carlos Beyer, Frosch.
Srba Dinic concertó brillantemente a los solistas con la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes – esta vez preparado por Stefano Ragusini –, cuerpos artísticos que tuvieron una interpretación sin tacha.
Al final pensé, ojalá algún día de estos tenga la oportunidad de participar en un reventón como el que hoy disfruté, al ver disfrutar a los artistas que lograron una muy buena función de El murciélago.
