Tosca en Buenos Aires
por Gustavo Gabriel Otero
Buenos Aires, 22/11/2022. Teatro Colón. Giacomo Puccini: Tosca. Opera en tres actos, libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa, inspirado en el drama homónimo de Victorien Sardou. Roberto Oswald, concepción escénica, escenografía e iluminación. Aníbal Lápiz, dirección escénica y vestuario. Rubén Conde, repositor de la iluminación. María Pía Piscitelli (Floria Tosca), Marcelo Puente (Mario Cavaradossi), Željko Lučić (Barón Scarpia), Mario De Salvo (Angelotti), Luis Gaeta (Sacristán), Iván Maier (Spoletta), Cristian De Marco (Sciarrone), Claudio Rotella (Carcelero), Florencia García Barrera (Voz del Pastor). Orquesta y Coro Estables del Teatro Colón. Coro de Niños del Teatro Colón. Director del Coro Estable: Miguel Martínez. Director del Coro de Niños: César Bustamante. Dirección Musical: Kery-Lynn Wilson.
Con tres elencos diferentes el Teatro Colón repuso Tosca de Puccini para cerrar su muy buena Temporada 2022. El elenco de las funciones de abono -son 4 las representaciones y reseñamos la primera- cuenta con el concurso de María Pía Piscitelli, Marcelo Puente y Željko Lučić, en los roles principales; mientras que habrá 3 funciones extraordinarias con un elenco local integrado por Virginia Tola, Enrique Folger y Leonardo López Linares; y 3 funciones extraordinarias estelares con la magnética presencia de Anna Netrebko, acompañada por Yusif Eyvasov y el argentino Fabián Veloz.
Se recurrió a la puesta en escena, estrenada en agosto de 1992, de Roberto Oswald (1933-2013) figura emblemática del Teatro Colón en su múltiple tarea de escenógrafo, director escénico, iluminador, director técnico y director de producción visual. No es habitual que el Colón de Buenos Aires repita sus producciones escénicas pero esta Tosca parece ser la excepción ya que se la pudo ver a lo largo de estos 30 años, además en 1993, 1998, 2003 y 2016; y que, revisitada, se ofreció en el Teatro Solís de Montevideo (2006) y Argentino de La Plata (2008).
La conocida escenografía imaginada por Roberto Oswald se destaca por su realismo con magníficos detalles barrocos tanto en la Iglesia del primer acto como en la sala palacio del segundo, los elementos corpóreos acompañan la concepción escenográfica. Todo luce monumental y bello. En el tercer acto nos encontramos con un gigantesco ángel en la terraza del Castel Sant’ Angelo al fondo y dos planos de la misma terraza. Tosca no se arroja al vacío en el fondo del escenario -como es casi habitual- sino por delante.
De fidelidad temporal y excelente diseño el vestuario de Aníbal Lápiz. Bien repuesta la iluminación original de Oswald por parte de Rubén Conde y razonable los movimientos escénicos que se deben a la concepción de Oswald pero fueron realizados como director escénico por su habitual colaborador Aníbal Lápiz con la asistencia de Concepción Perré.
Nos encontramos con una versión actoral tradicional, fiel a los dictados del libreto, sin grandes hallazgos pero respetuosa y razonable. Lo cual en los tiempos que corren no es poco.
La maestra Kery-Lynn Wilson realizó un muy buen trabajo sinfónico con la partitura del gran maestro de Lucca pero no cuidó el adecuado balance entre el foso y la escena. En muchos momentos las intensidades del foso opacaron a los cantantes, en especial en el primer acto y parte del tercero. Y no se trata de cantantes de voces pequeñas o sin intensidad sino que todo el elenco está conformado por artistas de valía y que salvo en el caso de Željko Lučić ya habían cantado con éxito en la sala del Colón y sin problemas de volumen.
En esta función de Gran Abono, que cerró la Temporada Lírica 2022, se contó con la experimentada soprano italiana María Pía Pisciteli como Floria Tosca. Se trata de una querida artista por parte del público de Buenos Aires. Vocalmente fue modelo de fraseo, expresividad, línea de canto y buen gusto en el decir. Muy personal el Vissi d'arte con tiempos lentos y conmovedores acentos.
El argentino Marcelo Puente -de más que interesante carrera internacional- tiene con un registro más lírico que dramático y redondeó un muy buen Cavaradossi, cantado con arrojo y sólidos recursos.
Željko Lučić tiene todo lo que hay que tener para llevar a buen puerto la personificación de Scarpia y mostró en cada momento seguridad, voz potente, estilo y refinamiento.
En los roles comprimarios actuaron con la calidad de siempre, Luis Gaeta (Sacristán), Iván Maier (Spoletta), Mario De Salvo (Angelotti), Cristian De Marco (Sciarrone) y Claudio Rotella (Carcelero). Las intensidades orquestales opacaron a Luis Gaeta y a Mario De Salvo pero en ningún modo se debe a la alta calidad de estos artistas. De esmerada corrección el pastor de Florencia García Barreda y con alta calidad ambos coros (el estable y el de niños) que preparan, respectivamente Miguel Martínez y César Bustamante.
