Estremecedores y susurros
Triunfadora absoluta en esta noche de ópera resultó Nadine Sierra quien electrizó al público de Barcelona con una Violetta Valery de rara perfección a la vez personal, natural y compenetrada.
Nadine Sierra nacida en Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos de Norteamérica), brilla a sus 36 años con luz propia en el universo de la lírica internacional actual y lo demuestra con creces en cada actuación. Plena en cada uno de los actos pudo pasar sin problemas de las coloraturas y agudos del principio a la dramaticidad del final sin mella en su prestación vocal.
Cada frase es cincelada con excelencia y algunas notas son sostenidas un tiempo más en notable despliegue de autoridad interpretativa y dominio de su instrumento. Electrizante fue su versión de ‘E strano…sempre libera’, con una ‘cadencia’ propia que ha sido escrita exclusivamente para ella por el maestro Kamal Khan. Su ‘Dite alla giovine’ fue sin dudas conmovedor. Su personal lectura de la carta en un hilo de voz y casi inaudible reflejo de su personal interpretación. Mientras que el ‘Addio del passato’ resultó estremecedor, en especial la segunda estrofa, asimismo resultó brillante en la distinta gradación de intensidades en todo el tercer acto entre el susurro cuando entiende que todo termina y la expansión en los momentos que cree que puede recuperar su salud.
Pero toda gran Violetta necesita un gran Alfredo. En este caso Javier Camarena mostró toda su valía y seguridad de interprete para estar a la altura de una soprano de excelencia. Perfección belcantista para dar a cada frase su sentido, lección de canto ligado, agudos de acero donde fue necesario, ductilidad actoral y refinamiento expresivo. Más no se puede pedir ….
Lucas Meachem resultó un muy buen Giorgio Germont. El barítono posee un registro homogéneo con gran volumen y canta con la autoridad necesaria a este padre verdiano en el cual siempre se necesita un intérprete con una voz asentada y profunda.
Correcto y parejo el resto del elenco sin mucho para destacar (Gemma Coma-Alabert, Albert Casals, Josep-Ramon Olivé, Pau Armengol, Gerard Farreras, Carlos Cremades, Pau Bordas y Alessandro Vandin y), salvo, quizás, la Annina de Patricia Calvache.
Con buena prestación el Coro del Liceu que prepara Pablo Asante.
El maestro Giacomo Sagripanti, repitió su brillante concertación ya comentada del martes 28 de enero. Agregando el seguir en todo momento a la protagonista para su mejor destaque vocal.
La puesta en escena de David McVicar, ya comentada, no molesta, pero tampoco sorprende
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